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ABC de la Diabetes.

10/29/2012

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La Diabetes es la primera causa de muerte después de cardiovasculares y el cáncer, TODOS asociados a la creciente obesidad. ¡De cachetones se están llenando los panteones!

No siempre fue así: Hipócrates ni la menciona. Antes del azúcar, la diabetes ni  existía.

El médico Thomas Willis la identificó en 1674, cuando el consumo anual de azúcar en Inglaterra subió de cero a 16 millones de libras. Pero no culpó al azúcar porque era médico del rey Carlos, quien hacía millonadas traficándola. 

Como empieza. 

De tanto ingerir azúcar se desgasta el páncreas. Su insulina permite a las células utilizar el azúcar como energía. El exceso de azúcar obliga al páncreas a verter insulina continuamente. Como la insulina dura 15 minutos, el páncreas trabaja todo el día.

Así comienza la montaña rusa: esa insulina libre bajará mucho la glucosa cuando la persona olvide su dosis” de azúcar, y se antojará más azúcar. Finalmente el cuerpo se acostumbra a excesos de azúcar e insulina.

Años después, el páncreas se agota. El azúcar no utilizado se acumula en sangre. Los riñones tratan de excretarla causando la "orina dulce. Así se inicia la diabetes: glucosa en sangre, elevada y constante. La solución ofrecida es muy limitada: medicamento para deshacerse de esa glucosa extra pero sin atender la desnutrición celular provocada.

La glucosa es combustible celular. La persona enferma porque la glucosa está en sangre en vez de tejidos para ser utilizada por las células. Así que estas se desnutren y mueren de hambre, ocasionando:

  • Sed extrema
  • Orina frecuente
  • Hambre
  • Mareo
  • Desorientación
  • Pérdida de memoria
  • Frialdad en extremidades
  • Moretones
  • Adelgazamiento
  • Enfermedad renal
  • Fatiga
  • Temblores
  • Llagas que no sanan
  • Jaquecas
  • Erupciones de piel

No basta controlar la glucosa.

La Diabetes es un “cáncer metabólico” que desnutre nuestras células produciéndoles envejecimiento prematuro. Por eso muchos diabéticos, a pesar de controlar su glucosa, padecen efectos colaterales, pues el medicamento controla el síntoma, pero sin tocar las causas tampoco previene las consecuencias.

Debe tratarse con terapéutica alimentaria, reforzando dos mecanismos básicos: NUTRIR y DESINTOXICAR. El Diabético requiere mayor densidad de nutrientes mediante SUPLEMENTOS, y mejor desintoxicación mediante DIETA y HERBOLARIA.

Calorías o el índice glucémico (IG) 

Glucemia significa glucosa en la sangre.

Las calorías por sí mismas no dicen nada. Es importante su procedencia. No es lo mismo 100 calorías de frijoles, que de manzana, que de azúcar. Se metabolizan distintos y afectan la glucosa sanguínea a diferente velocidad. Además, las primeras nutren, y la última desnutre.

Los carbohidratos afectan la glucosa sanguínea DE MANERA DIFERENTE. 

El IG asigna a la glucosa un valor 100. Una manzana tiene IG 38, y entonces  es baja. El pan blanco tiene IG 70 y entonces es alto.

El azúcar se absorbe fácilmente. No solo es alta (IG 65); además interfiere con la digestión de otros alimentos, desnivela la glucosa después de ser eliminada, y destruye enzimas para absorber otras comidas. Es un ladrón invitado a la mesa.

Los puntos principales a recordar

  • Coma 3 comidas moderadas y 2 tentempiés
  • Incluya fibra en cada comida
  • Coma a diario muchas frutas y verduras
  • Evite grasas saturadas y trans
  • Evite sal refinada
  • Controle su peso
  • Supleméntese
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Las algas: verdura del Mar

10/10/2012

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El uso alimentario de los vegetales marinos data de 10.000 años atrás, en Oriente,
especialmente en Japón donde las algas llegar a constituir el 25% de la dieta.
Bajo la influencia de las dietas macrobióticas se ha valorizado mucho el consumo de
algas en Occidente. México no ha sido ajeno a este movimiento y desde 1979 se
están llevando a cabo experiencias pioneras en Ensenada, BC, donde además de las
algas japonesas se ofrecen otras locales que no solo las substituyen sino que han
enriquecido el acervo mundial.

Botánicamente hablando, las algas siguen sus ciclos sin necesidad de siembras,
transplantes, abonos, riegos, ni tratamientos con pesticidas. Además, poseen
clorofila y son capaces de producir su propio alimento mediante la fotosíntesis
necesitando de luz solar para desarrollarse. Cualidad que permite su clasificación de
acuerdo a su color, el cual depende de la profundidad del mar en la que vive o lo que
es lo mismo, las radiaciones luminosas que recibe.

Hoy en día se conocen más de 24.000 especies de algas, de las cuales sólo un
reducido número se utilizan para la alimentación humana o con fines medicinales.
Estas saludables verduras de agua marina poseen diversas sustancias colorantes
que captan la energía luminosa y la aprovechan, lo que hace que las algas no sean
sólo un importante alimento para nuestro metabolismo físico y energético, es decir,
al igual que la verdura fresca que ha crecido de forma natural y madurada al sol,
son ricas en energía solar.

Algunas algas también almacenan energía luminosa (biofotones) que se transmiten a las células expresándose mediante una sensación de vitalidad y bienestar.

Propiedades dietéticas de las algas:

  • Las algas son las verduras con más alto contenido en sales minerales y oligoelementos.
  • Son ricas en yodo, hierro (100 gr. de algas nos dan 2 veces más hierro que 100 gr de lentejas), cobalto, magnesio, calcio, fósforo y potasio.
  • Con 100 gr de alga Hiziki aportamos 1,400 mg de calcio ante los 100 mg que aporta la leche.
  • Con 1 gr diario de alga Kombu o Arame obtenemos el aporte suficiente de yodo para garantizar el equilibrio de las glándulas endocrinas.
  • Oligoelementos como el zinc -necesario para la correcta secreción y asimilación de la insulina-, el hierro y el cobalto -encargados de evitar la anemia-, o el silicio y el calcio -imprescindibles para fortificar los huesos, uñas, piel y cabello-, se encuentran presentes en las algas.
  • Una cucharada sopera diaria de algas abastece al organismo de todos los minerales y oligoelementos esenciales indispensables para un correcto metabolismo celular.
  • La riqueza en clorofila de las algas (las más ricas son las verde-azules de agua dulce como espirulina) activa las enzimas del cuerpo que intervienen en la asimilación de nutrientes para transformarlos en energía; ayuda a purificar la sangre e incrementar la formación de hemoglobina, evita la contracción de los vasos sanguíneos y aumenta el rendimiento muscular y nervioso.
Actualmente, es fácil integrar las algas marinas en la dieta ya que se pueden
encontrar dentro de botanas, tostadas y totopos.
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    Ignacio Beamonte

    Consultor de Salud

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